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Voluntarios de Rockwool recogen cerca de 100 kilos de residuos en una playa de Barcelona

Cerca de 40 voluntarios de Rockwool, compañía líder en aislamiento de lana de roca, recogieron ayer alrededor de 100 kilos de residuos en la playa del Fórum (Barcelona) para proteger los océanos y el entorno local donde opera la empresa. Esta iniciativa se ha celebrado de la mano de la Fundación ECOMAR, una entidad sin ánimo de lucro fundada por Theresa Zabell, única deportista de vela española ganadora de dos Oros Olímpicos. La fundación invierte desde hace casi 25 años en acciones y programas para crear un impacto positivo en el medio ambiente, generando beneficios en el ecosistema y formando a miles de personas de toda España en el desarrollo de un comportamiento responsable con el entorno.

La actividad responde a la voluntad de la compañía y de la fundación por conservar y utilizar sosteniblemente los océanos, los mares y los recursos marinos para el desarrollo sostenible, en línea con el ODS 14 de las Naciones Unidas al que contribuyen. Se trata de una prioridad para ambas organizaciones, dado que los océanos cubren casi tres cuartas partes de la Tierra y son esenciales para la supervivencia planetaria, al representar el sistema respiratorio de la Tierra. Según la ONU, el mar funciona como sistema de almacenamiento y absorbe un 30% del dióxido de carbono del mundo, mientras que el fitoplancton marino genera el 50% del oxígeno necesario para la supervivencia. Además, los océanos regulan el clima y la temperatura y hacen que el planeta sea habitable para formas de vida diversas.

La gestión de residuos, clave para la circularidad y la protección de los océanos

Según un informe del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA), el plástico representa el 85% de los residuos que llegan a los océanos y para 2040, los volúmenes de este material que fluirán hacia el mar casi se triplicarán, con una cantidad anual de entre 23 y 37 millones de toneladas. De acuerdo con estos datos, esto representa alrededor de 50 kilogramos de plástico por metro de costa en todo el mundo.

Para hacer frente a este reto, desde las Naciones Unidas urgen a invertir en la economía circular para evitar que los residuos acaben en el mar. De ahí que ROCKWOOL apueste por un modelo de negocio basado en la circularidad, con el que contribuyen al progreso del sector de la construcción en términos de sostenibilidad, a través de la lana de roca, un material que proviene de la roca basáltica, que puede resistir en buenas condiciones durante más de 65 años y puede ser reciclado de manera infinita sin perder propiedades.

“Desde ROCKWOOL, estamos muy comprometidos con la conservación del medio ambiente y del medio marino y lo hemos demostrado no solo con nuestras palabras, sino también con nuestros actos. Contribuimos a ello a través de dos vías: nuestro negocio, eminentemente circular, y nuestras acciones para proteger el medio ambiente, siendo un ejemplo para el resto de los actores de la cadena de valor y de la sociedad”, afirma Miguel Ángel Gallardo, Business Unit Director de Rockwool Peninsular.

La compañía también colabora, con el circuito de vela internacional sostenible Sail GP, patrocinando al equipo danés, y está asociada a la Fundación One Ocean. Mediante esta asociación, ROCKWOOL busca ayudar a concienciar sobre la importancia de los océanos, comprender mejor los ecosistemas marinos e identificar soluciones para afrontar retos futuros.

David Moreno | Atrevia

Ryanair y Repsol firman acuerdo sobre combustible sostenible

Ryanair, la aerolínea más grande de Europa, y el grupo energético global Repsol han firmado hoy (4 de mayo) un Memorando de Entendimiento (MOU) para avanzar en el suministro de combustible de aviación sostenible (SAF) en los aeropuertos de Ryanair en España y Portugal, impulsando aún más la estrategia de cero emisiones netas de la aerolínea.

Aunque el SAF es un factor clave para la descarbonización de la aviación, sólo representa una pequeña fracción del uso actual de combustible de aviación en todo el mundo. Este acuerdo con Repsol da a Ryanair acceso a hasta 155.000 toneladas de SAF entre 2025 y 2030 (equivalente a más de 28.000 vuelos de Dublín a Madrid), ahorrando aproximadamente 490.000 toneladas de emisiones de CO2.

Ryanair se ha fijado el ambicioso objetivo de utilizar un 12,5% de SAF para 2030 y llegar a las cero emisiones netas para 2050, y este acuerdo demuestra el compromiso tanto de Ryanair como de Repsol de trabajar juntos e invertir en el suministro de combustibles SAF.

En su intervención en la sede de Repsol en Madrid, el Consejero Delegado de Ryanair, Eddie Wilson, dijo:

«El SAF desempeña un papel clave en la estrategia de cero emisiones netas de Ryanair y en nuestro objetivo de utilizar un 12,5% de SAF en 2030. Conseguirlo requiere múltiples materias primas y métodos de producción diferentes y nos anima que Repsol esté estudiando múltiples soluciones. Este acuerdo ayuda a Ryanair a asegurarse el acceso al 15% de este ambicioso objetivo.

Repsol es un socio clave en materia de sostenibilidad para Ryanair, y esperamos desarrollar esta colaboración a medida que nuestro Grupo crece para transportar 225 millones de pasajeros al año en el ejercicio fiscal de 26″.

Valero Marín, Director General Ejecutivo de Clientes de Repsol, añadió:

«Este acuerdo de colaboración con Ryanair, la aerolínea de pasajeros líder en Europa, refuerza nuestro compromiso con el sector de la aviación y supone un paso más en la apuesta de Repsol por los combustibles renovables. El sector de la aviación necesita soluciones como los combustibles FAE para apoyar el proceso de descarbonización en el que se encuentra inmerso. Además, consolida nuestra posición como compañía multi-energía con el objetivo de alcanzar cero emisiones netas en 2050»

Nace la asociación Casas Circulares en pro de la edificación sostenible

La Asociación Española del Aluminio (AEA) es promotor de esta iniciativa que ya está obteniendo un importante respaldo de empresas y agentes del sector y que ha sido presentada hoy, internamente, en el marco de su Asamblea General

España afronta en los próximos cinco años un gran desafío de transformación de una economía lineal a una circular. Una tarea a la que todos, gobiernos, empresas y sociedad civil, han de contribuir. Este reto exige repensar la forma en la que organizamos nuestra vida, nuestros trabajos o la manera de planificar el urbanismo y las ciudades. Y más aún, si cabe, en un contexto en el que, según datos oficiales, los edificios emiten el 36% de las emisiones de CO2; entre el 10% y 15% de los materiales de construcción se desperdician durante el proceso de construcción y el 54% de los materiales de demolición son enviados a vertederos.

Con este telón de fondo nace Casas Circulares, la alianza público-privada impulsada en primera instancia por la Asociación Española del Aluminio (AEA) y a la que se han sumado importantes empresas y organizaciones empresariales como la patronal del metal CONFEMETAL, líderes de opinión del sector de la edificación, vivienda, urbanismo y Economía Circular. Asimismo, la voluntad de la alianza es que se sumen a ella otros sectores como el del vidrio o la madera.

“El nacimiento de esta alianza es todo un hito para el sector. Se trata de un ambicioso proyecto que surge como vector que ayuda a aportar las mejores soluciones para la circularidad del parque de edificios a través de acciones de concienciación y difusión de buenas prácticas, así como búsqueda de oportunidades. El Plan de Acción de Economía Circular 2020 de la UE determina cinco sectores prioritarios para acelerar la transición a lo largo de sus cadenas de valor, entre los que se encuentra la construcción de edificios. Y es que este sector es un gran consumidor de recursos en Europa”, explica Armando Mateos, Presidente de la AEA.

De hecho, según datos de la Comisión Europea, el sector de la edificación utiliza alrededor de la mitad de todos los materiales extraídos, casi la mitad de toda la energía consumida y un tercio de toda el agua que se utiliza y genera un tercio del total de residuos. Por todo ello, generar un espacio de reflexión y acción enfocado a la circularidad de los edificios, desde su construcción y su rehabilitación hasta su demolición y reciclaje, se antoja imprescindible.

“Creemos que la circularidad debe considerarse tanto al principio como al final del ciclo de vida de los edificios. Por lo tanto, el ahorro de carbono resultante de la reutilización y el reciclaje al final de la vida útil debería incluirse explícitamente en el potencial de calentamiento global (PCG) del ciclo de vida”, enfatiza Mateos.

En definitiva, Casas Circulares nace en un momento clave y fundamental para un sector que debe mirar hacia el futuro aplicando estrategias eficaces y efectivas desde el presente, con el fin de potenciar y alcanzar los objetivos de energía y clima a nivel europeo. “La transformación de la economía española pasa por convertir los hogares españoles en circulares”, concluye el presidente de la AEA.

La alianza Casas Circulares se presentará oficialmente el lunes 24 de abril, a las 10h, en la Torre BBVA de Madrid. El acto contará con la asistencia de Nuria Matarredonda, directora general de Agenda Urbana y Arquitectura del Ministerio de Transportes, Agenda Urbana y Vivienda, además de con representantes de la AEA y otras personalidades del sector

Organizaciones ecologistas exigen a las candidaturas municipales y autonómicas el compromiso con el cuidado de las personas y el medio ambiente

Las cinco principales organizaciones ecologistas exigen a las candidaturas municipales y autonómicas el compromiso con el cuidado de las personas y el medio ambiente
Amigos de la Tierra, Ecologistas en Acción, Greenpeace, SEO/BirdLife y WWF identifican en el documento ‘Yo apoyo la casa común’ ocho casos que muestran el nulo interés y cuidado por la salud del planeta y plantean desarrollos alternativos

El sábado 22 de abril se celebra el Día de la Tierra, nombrado por la ONU desde 1970, convirtiéndose en el primer hito medioambiental del planeta. Este año, y en la antesala de las elecciones autonómicas y municipales, las cinco organizaciones estatales en defensa del medio ambiente presentan la campaña Yo apoyo la casa común, con casos concretos que exponen si hay compromiso real para la protección de la biodiversidad.

En unas elecciones se decide sobre lo común, aquello que afecta a todas las personas: la salud, la calidad de vida o el entorno que habitan. Se espera que las candidaturas den respuesta a los problemas del día a día: el trabajo, las olas de calor, el transporte, el acceso a los servicios públicos, el abandono rural y la falta de oportunidades que padece, la alimentación o las desigualdades sociales. La aspiración es que las administraciones públicas ejerzan políticas reales que aborden estas preocupaciones, yendo más lejos que los simples tópicos electorales.

Los grupos ecologistas trabajan para cuidar la casa común, la Tierra: el espacio de coexistencia, el territorio donde se convive, se trabaja, se disfruta o se sueña. La humanidad depende de la casa común para la subsistencia y, por ello, preocupa tanto la degradación de la naturaleza como la enorme vulnerabilidad social existente. Estos problemas están conectados y requieren soluciones conjuntas. En este momento de crisis, cuidar del territorio y de su naturaleza es cuidar el empleo, el agua, la salud, la calidad de vida. Supone el cuidado de las personas, necesario para corregir los desequilibrios ambientales y sociales, para velar por el bien colectivo, para fortalecer la democracia.

Por ello y para contribuir a una campaña electoral alejada de promesas vacías, Amigos de la Tierra, Ecologistas en Acción, Greenpeace, SEO/BirdLife y WWF han identificado ocho casos que muestran nulo interés y cuidado por la salud del planeta: la unión de estaciones de esquí en el Pirineo Aragonés, la derogación de Madrid Central, la contaminación del Mar Menor, unas Tablas de Daimiel al borde del colapso hídrico, las toxinas emitidas por la incineradora de Valdemingómez, la regasificadora de El Musel, la desprotección del archipiélago Chinijo y la implantación de renovables sin planificación ni zonificación vinculante en el territorio.

Se trata de casos paradigmáticos de territorios diferentes vinculados a tópicos y promesas electorales que se escucharán muchas veces en esta campaña electoral. Frente a ellos, las organizaciones ecologistas presentan propuestas que servirían para revertir de forma real el cuidado de las personas y del medio ambiente y eliminar la vulnerabilidad social.

El cuidado de La Tierra va más allá de lo que pasa en un municipio o en una comunidad autónoma, pero empieza a construirse ahí, sobre el terreno. De hecho, en el Estado español las comunidades autónomas y los ayuntamientos tienen gran parte de las competencias sobre cuestiones tan importantes como la gestión de los residuos, del agua, de los espacios y especies naturales, de la calidad de la alimentación y del  transporte y, con ello, una muy buena parte de los asuntos que pueden contribuir a atajar la crisis ecológica y social que vivimos.

En palabras de Amigos de la Tierra, Ecologistas en Acción, Greenpeace, SEO/BirdLife y WWF: “Es hora de apoyar la casa común”.

Teresa Rodríguez Pierrard (Amigos de la Tierra)
Roberto Herreros (Ecologistas en Acción)
Paz Vaello (Greenpeace)
Olimpia García (SEO/BirdLife)
Coral García (WWF)

Greenpeace demanda a la Comisión Europea por impulsar el greenwashing del gas y la nuclear

Tres días después de la desconexión nuclear en Alemania, Greenpeace demanda a la Comisión Europea, presidida por la alemana Ursula Von der Leyen, por la inclusión del gas y la energía nuclear en la lista de inversiones sostenibles de la Unión Europa

Greenpeace lleva a los tribunales a Ursula Von Der Leyen: la organización medioambiental ha presentado hoy una demanda ante el Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE) contra la Comisión Europea por la inclusión en marzo de 2022 del gas fósil y la energía nuclear en el reglamento de la taxonomía (1), tal y como ya había anunciado que haría.

El pasado 9 de septiembre de 2022, Greenpeace ya solicitó a la Comisión que revisara su decisión sobre la inclusión de gas fósil y nuclear en la taxonomía. La Comisión rechazó esta solicitud casi cinco meses después, el 8 de febrero de 2023, lo que llevó a la organización medioambiental a solicitar al TJUE que anulara este punto y declarara inválida la inclusión del gas fósil y la energía nuclear en la taxonomía de la UE.

Greenpeace señala que el reglamento de la taxonomía de la Comisión Europea permite que las centrales nucleares y de gas fósil reciban dinero que, de otro modo, se habría destinado a energías renovables. Un ejemplo: poco después de la adopción de la taxonomía de la UE, en julio de 2022, Electricité de France (EDF) anunció sus planes para apoyar la financiación de sus viejos reactores nucleares y en mal estado mediante la emisión de bonos verdes alineados con la taxonomía.

“Estamos en una carrera contra el cambio climático y la crisis de biodiversidad. Si el TJUE falla en contra de este intento deshonesto de la Comisión de hacer greenwashing del gas y la energía nuclear, esto podría dar a la UE una oportunidad de luchar para llegar a la meta”, ha afirmado Ariadna Rodrigo, responsable de la campaña de finanzas sostenibles de Greenpeace UE: “Mientras tanto, los contaminadores ya están utilizando esta etiqueta falsa para desviar las finanzas verdes de donde se necesitan. Por ejemplo, si ahorras dinero con un fondo de pensión verde, ese fondo ahora podría estar apoyando la expansión de la industria fósil y nuclear. Esto es inaceptable y es por eso que estamos hoy ante este Tribunal”.

Por su parte, Raquel Montón, responsable del área de Incidencia Política de Greenpeace España, ha declarado que “las instituciones financieras en España y en el resto de Europa se enfrentan a una terrible disyuntiva: si usan la taxonomía que incluye el gas fósil y la nuclear, contribuirán a perjudicar la lucha contra la emergencia climática al participar del greenwashing promovido por la Comisión y, si no la usan para que sus inversiones sostenibles no se vean desacreditadas, se verán perjudicadas frente a las instituciones financieras que sí lo hagan”.

Al mismo tiempo que se presenta esta demanda, activistas de Greenpeace se han concentrado hoy frente al TJUE, en Luxemburgo, para mostrar su rechazo a la controvertida etiqueta “verde” para el gas y la energía nuclear. Entre ellos, hay activistas procedentes de Italia y Alemania: los primeros, originarios del Delta del Po (Italia), un ecosistema frágil donde la extracción de gas fósil ha llevado al hundimiento del suelo y donde hay nuevos planes para extraer más gas en un futuro próximo; los segundos, naturales del pueblo de Konz (Alemania), que se encuentra aguas abajo de la central nuclear de Cattenom (Francia).

“La extracción de gas es una gran amenaza para nuestra comunidad en el Delta del Po. El suelo se hunde y el nivel del mar aumenta. Cuando oigo hablar de decisiones como esta ridícula etiqueta verde para el gas y la energía nuclear, me hace pensar que las prioridades de la UE tiene están completamente equivocadas. Dedican su tiempo a encontrar formas de enriquecer a los contaminadores y no les importa el daño a comunidades como la mía”, ha señalado Vanni Destro del delta del Po en Italia (2).

El equipo legal que representa a Greenpeace en este caso está liderado por la abogada alemana Roda Verheyen, que desempeñó un papel destacado en la exitosa demanda constitucional contra la Ley de Protección del Clima de Alemania de 2019, iniciada conjuntamente por Greenpeace Alemania. Ese caso resultó en un histórico fallo del Tribunal Constitucional de Alemania que declaró inconstitucional la ley de 2019 y ordenó al Gobierno que la alineara con el acuerdo climático de París de 2015.

“Este caso trata de demostrar que la Comisión Europea no ha hecho las cosas bien. El acto delegado sobre gas fósil y nuclear no se ajusta a lo establecido en el Derecho de la UE en el Reglamento de Taxonomía. Más bien, la Comisión Europea ha violado la idea misma de este reglamento; esto es especialmente obvio ya que la inclusión de actividades nucleares supone un daño significativo para el medio ambiente, lo cual está expresamente prohibido por el reglamento”, ha concluido Roda Verheyen, abogada del equipo legal de Greenpeace.

Greenpeace argumenta (3) que la inclusión del gas fósil y la energía nuclear por parte de la Comisión Europea en la taxonomía viola varias leyes de la UE y se basa en errores y deficiencias de procedimiento. El siguiente es un resumen de algunos de los argumentos de Greenpeace en contra de las actividades de gas y nucleares que se han incluido en la taxonomía:

Respecto al gas fósil:

Supera el umbral de emisiones de carbono legal. La Comisión Europea estableció un umbral para las emisiones de carbono de la generación de energía con gas fósil de 270 gramos de CO2 equivalente por kilovatio hora. Esto no cumple con la legislación vigente de la UE. El reglamento de taxonomía, la ley climática de la UE y el Acuerdo de París de 2015 no permiten más de 100 gramos de CO2 equivalente por kilovatio hora.
Las inversiones no son transitorias. No pueden considerarse “transitorias”en nueva generación de energía de gas fósil, como exige el reglamento de taxonomía, porque dichas plantas podrían permanecer en funcionamiento más allá de la fecha límite de la UE de 2050 para lograr la transición energética. Esto también contraviene la Ley del Clima de la UE.
Existen alternativas renovables. La Comisión argumenta erróneamente que la inclusión del gas en la taxonomía es permisible porque no existen “alternativas bajas en carbono tecnológica y económicamente factibles”, pero tales alternativas existen, como la energía eólica y solar.
Obstaculiza el abandono de los combustibles fósiles.La inclusión del gas fósil en la taxonomía genera una ventaja competitiva para el gas y, por tanto, obstaculiza los objetivos legalmente vinculantes de la UE de alejarse de los combustibles fósiles.
Respecto a nucleares:

Causa un daño significativo al medio ambiente. La energía nuclear no cumple con el principio de “No Causar Daño Significativo” del reglamento de taxonomía. Las emisiones del ciclo de vida de la energía nuclear, la extracción de uranio, el alto uso de agua, la descarga de agua caliente y la generación a gran escala de desechos radiactivos violan este principio. Por lo tanto, la generación de energía nuclear socava también otros objetivos del reglamento de taxonomía.
La energía nuclear impide el desarrollo de las renovables. La Comisión asume incorrectamente que la energía nuclear es una actividad habilitadora para la transición energética, cuando en realidad conduce a la reducción de las energías renovables por su falta de flexibilidad.
La construcción de las centrales nucleares es muy lenta. La Comisión designa erróneamente la energía nuclear como una actividad de mitigación del cambio climático, es decir, que contribuye a que la UE alcance sus objetivos de reducción de emisiones. De hecho, las inversiones en energía nuclear tardan tanto en ponerse en marcha que retrasarían el abandono de las plantas de carbón y obstaculizarían el desarrollo de las energías renovables.
Los impactos climáticos afectan severamente a las nucleares. La energía nuclear tampoco es una tecnología de adaptación climática, es decir, una que sea resistente al mayor riesgo de eventos adversos causados por la crisis climática. De hecho, la energía nuclear se ve muy afectada por los fenómenos climáticos adversos, como las olas de calor y las sequías.
Pueden ser objeto de ataques. La Comisión ignora la posibilidad de que una planta nuclear pueda ser objeto de un ataque terrorista o militar y que estos eventos puedan ser la fuente de accidentes importantes y la contaminación relacionada.

Un litigio climático llega por primera vez al Tribunal Europeo de Derechos Humanos

Las KlimaSeniorinnen hacen hoy historia en Estrasburgo (Francia): el caso del grupo de maś de 2.000 mujeres suizas mayores de 65 años que iniciaron en 2016 un litigio contra el Gobierno de su país para denunciar su inacción ante el cambio climático será el primer litigio climático que se escucha en audiencia pública ante el Tribunal Europeo de Derechos Humanos (TEDH). El caso (Verein KlimaSeniorinnen Schweiz and Others v. Switzerland, Application no. 53600/20) sentará un precedente para los 46 estados del Consejo de Europa y resolverá si un país como Suiza debe reducir su emisión de gases de efecto invernadero y en qué medida para proteger los derechos humanos.

Tras el rechazo de su caso por la justicia suiza, las 2.038 KlimaSeniorinnen -incluidas cuatro demandantes individuales- llevaron su demanda contra el Gobierno suizo ante el TEDH en 2020, porque sus vidas y su salud están amenazadas por las olas de calor provocadas por el cambio climático. El TEDH ha acelerado el caso y será escuchado ante la Gran Sala.[1][2] Estas mujeres cuentan con el apoyo de Greenpeace en su demanda.

Anne Mahrer, copresidenta de las Klimaseniorinnen, ha señalado que “hemos presentado una demanda porque Suiza está haciendo muy poco para contener la catástrofe climática. El aumento de las temperaturas ya está teniendo serios impactos en nuestra salud física y mental. El gran aumento de las olas de calor nos está enfermando a las mujeres mayores”.

Rosmarie Wydler-Wälti, también copresidenta de las Klimaseniorinnen, ha añadido que “la decisión de celebrar la audiencia ante la Gran Sala del tribunal subraya la importancia que el TEDH ha dado a la demanda. El tribunal ha reconocido la urgencia e importancia de encontrar una respuesta a la pregunta sobre si los estados violan los derechos humanos de las mujeres mayores al no tomar las medidas necesarias de acción climática”.

Por su parte, Cordelia Bähr, abogada de las Klimaseniorinnen, ha destacado que “las mujeres mayores son extremadamente vulnerables a los efectos del calor. Existe evidencia sustancial que demuestra que corren un riesgo significativo de muerte, así como de mala salud como resultado del calor. En consecuencia, los daños y riesgos causados por el cambio climático son suficientes para comprometer las obligaciones positivas del estado de proteger su derecho a la vida, la salud y el bienestar garantizado por los artículos 2 y 8 del Convenio Europeo de Derechos Humanos”.

Litigio climático español

Este caso podría sentar un precedente para el resto de estados europeos que, como el de España, enfrentan demandas por inacción ante el cambio climático. Los estados del Consejo de Europa, entre los que se encuentra nuestro país, están vinculados por las sentencias del TEDH en su interpretación del contenido de los derechos humanos, por lo que si este Alto Tribunal falla a favor de las Klimaseniorinnen, también el Gobierno de España podría resultar condenado por vulnerar los derechos humanos de las generaciones presentes y futuras, ante su falta de ambición en la lucha contra el cambio climático.

Greenpeace confía en que la justicia española le dé la razón en el litigio climático que, junto con otras cuatro organizaciones, interpuso hace ya más de dos años y que está pendiente de resolverse. Para ello, lo que decida finalmente el TEDH en relación con el caso suizo, será decisivo.

El Juicio por el Clima español se enmarca dentro de una ola internacional de litigios climáticos que sostienen que la falta de acción contra el cambio climático vulnera los derechos humanos de las generaciones presentes y futuras. Actualmente hay más de 600 procesos climáticos abiertos en todo el mundo. Estados Unidos, Canadá, Alemania, Bélgica, Irlanda o Nueva Zelanda son solo algunos de los países cuyos Ejecutivos enfrentan actualmente demandas por esta causa.

Greenpeace denuncia el incumplimiento del Real Decreto de Envases al encontrar frutas y verduras envueltas en plástico

  • La organización lanza una campaña para identificar el plástico ilegal en frutas y verduras
  • La norma, de obligado cumplimiento desde el 1 de enero de 2023, prohíbe la venta de frutas y verduras enteras en plástico

El Real Decreto de Envases y Residuos de Envases aprobado hace cuatro meses por el Gobierno de España establece la obligación de dejar de vender frutas y verduras envueltas en plástico. Sin embargo, y a pesar del tiempo transcurrido podemos seguir comprando en muchos comercios de nuestro país frutas y verduras metidas en plástico film y bandejas plásticas. La norma es de obligado cumplimiento desde el 1 de enero de 2023 y se aplica a todos los comercios minoristas de más de 300 m2. 

Por ello, Greenpeace lanza una campaña de identificación de estas malas prácticas y pide a la ciudadanía fotografiar los lotes de frutas y verduras de menos de 1,5 kg que se presentan envueltos en plásticos, para denunciarlo al Ministerio de Transición Ecológica y que haga cumplir la ley.

“El planeta sufre una pandemia silenciosa causada por la contaminación por plásticos. Ningún lugar del mundo se libra de la presencia de microplásticos, incluido nuestros propios organismos. Urge poner freno a este descontrol y urge que el Gobierno se tome en serio el problema y obligue a cumplir la ley que exige retirar el plástico de las frutas y verduras”, ha declarado Julio Barea, responsable de la campaña de residuos de Greenpeace.

La norma también obliga a los comercios minoristas de alimentación a presentar a granel aquellas frutas y verduras frescas que se comercializan enteras. Fomentar la venta a granel de alimentos, especialmente en aquellos casos en los que el envase no aporta ningún valor añadido al producto y a los comercios cuya superficie sea igual o mayor a 400 metros cuadrados a destinar, al menos el 20 % de su área de ventas, a la oferta de productos presentados sin embalaje primario, incluída la venta a granel o mediante envases reutilizables.

El greenwashing o lavado verde en los supermercados también está presente, y podemos encontrar envoltorios con la etiqueta de biodegradables o compostables, desviando el problema hacia nuevos materiales.

Julio Barea | Greeenpeace

Greenpeace cambian el mensaje de la icónica campaña de El Corte Inglés para alertar sobre la emergencia climática  

  • Activistas de Greenpeace se han descolgado a más de 25 metros de altura en el edificio de El Corte Inglés de Nuevos Ministerios (Madrid) para destacar la gravedad del asunto
  • Es imprescindible realizar cambios rápidos y profundos en todos los sectores y a todas las escalas para cambiar nuestro modelo de producción y consumo
  • El Gobierno no puede ignorar el mensaje del IPCC y debe aumentar significativamente su objetivo de reducción de emisiones en el plan de energía y clima en revisión  

A primera hora de hoy, Día Meteorológico Mundial, escaladores de Greenpeace se han descolgado a más de 25 metros de altura en el edificio de El Corte Inglés en Nuevos Ministerios (Madrid), donde han desplegado una pancarta que adapta el icónico mensaje de la marca (“Ya es primavera”) a “YA NUNCA es primavera”. El objetivo: alertar sobre cómo el cambio climático, provocado por los combustibles fósiles, está modificando el clima, agravando los eventos climáticos extremos y diluyendo las estaciones de transición (primavera y otoño). Según La Agencia Estatal de Meteorología (AEMET), el verano actual abarca cinco semanas más que a comienzos de los años 80 y 2022 fue el año más caluroso de los últimos 107, con 4.700 personas fallecidas como consecuencia de las distintas olas de calor que sufrió España.

Esta acción se produce la misma semana que el Panel Intergubernamental sobre el Cambio Climático de la ONU (IPCC) ha presentado su primer informe integral en los últimos nueve años, en el que alerta de que la crisis climática es una amenaza para el bienestar humano y la salud del planeta y la ventana de oportunidad que la humanidad tiene para asegurarse un futuro habitable y sostenible para todos se está cerrando. El grupo de expertos ha insistido en que esta década es crucial para actuar, ya que los impactos climáticos continúan intensificándose, más rápido de lo previsto, por lo que, si no se cambia el rumbo, sus consecuencias están camino de ser irreversibles.

“La realidad del cambio climático, como los informes del IPCC atestiguan, está haciendo desaparecer la primavera tal como la conocíamos. Esta es solo una de las muchas y terribles consecuencias que está trayendo consigo la crisis climática, como las olas de calor infernales en verano o la sequía que estamos sufriendo actualmente. Ese es el motivo por el que hoy, Día Meteorológico Mundial, hemos querido visibilizar una de las crisis más grandes a las que se enfrenta actualmente la humanidad para hacer un llamamiento a actuar antes de que sea tarde. Seguro que todos compartimos el deseo de que la primavera no se convierta definitivamente en un añorado recuerdo”, ha señalado Pedro Zorrilla Miras, responsable de la campaña de Cambio Climático de Greenpeace.

La mala noticia es que la crisis climática ya está aquí y se está intensificando. La buena, como ha insistido el IPCC, es que ya existen soluciones para atajarla. El futuro del planeta pasa por proteger la biodiversidad y diseñar un nuevo sistema energético en el que se reemplacen definitivamente los combustibles sucios (carbón, petróleo, gas y uranio) por energías renovables. Para Greenpeace, es clave cambiar nuestro modelo socioeconómico, que no respeta los límites del planeta, y apostar por la reducción de la demanda, la eficiencia, el ahorro y las soluciones inteligentes que aseguren una transición justa que garantice el acceso a energía renovable y asequible para todo el mundo.

“El IPCC ha sido una vez más muy tajante: el tiempo apremia y, para salir de esta, necesitamos mucha más ambición para una reducción drástica y rápida de las emisiones. Además, hacer frente a la crisis climática nos obliga a una radical y urgente transformación económica, social y política del sistema, que pase por la justicia climática -con la reducción de las necesidades energéticas y del consumo-, que apueste por un modelo distinto de alimentación y movilidad, y que avance urgentemente hacia un sistema energético 100% renovable, democrático, social y ambientalmente respetuoso y justo”, ha declarado Eva Saldaña Buenache, directora ejecutiva de Greenpeace.

El IPCC destaca que las mayores contribuciones a la mitigación del cambio climático vendrán de la energía solar y eólica, de la protección y restauración de bosques y otros ecosistemas, de sistemas alimentarios respetuosos con el clima y de la eficiencia energética en sus múltiples formas. Asimismo asegura que se necesitan cambios rápidos y muy ambiciosos en todos los sectores y a todas las escalas.

Por eso, para recuperar la primavera y evitar un cambio climático con consecuencias devastadoras, Greenpeace insiste en denunciar el greenwashing de la industria de los combustibles fósiles y reclamar acción urgente a quienes lideran la política.

En España, en concreto, los objetivos actuales del Gobierno siguen siendo insuficientes para cumplir con las recomendaciones del IPCC y con el Acuerdo de París, por lo que Greenpeace espera que la justicia responda favorablemente al litigio climático que, junto con otras cuatro organizaciones, interpuso hace ya más de dos años y que está pendiente de resolverse.

“Tenemos que exigir al Gobierno español que actúe según la ciencia, según las recomendaciones del IPCC. Si no lo hace por voluntad propia, esperamos que la justicia le obligue a ello: que aumente drásticamente su objetivo de reducción de emisiones para 2030 y que lo fije en al menos un 55% menos que las emisiones de 1990, para hacerlo compatible con el Acuerdo de París y así evitar superar el límite de 1,5ºC”, ha concluido Zorrilla Miras.

Alerta agua: un recurso cada vez más escaso y disputado

  • Los datos presentados ayer por el IPCC, el máximo panel de expertos sobre cambio climático, concluyen que aumentar 1,5 °C la temperatura del planeta, traerá más sequías y aumentará la demanda de agua de la vegetación y los cultivos entre un 25% y un 200%
  • En España, que ha entrado oficialmente en escenario de sequía meteorológica de larga duración, tendremos cada vez menos agua. De no cambiar la tendencia actual, el regadío intensivo e industrial amenazará el abastecimiento y los ecosistemas

Con motivo del Día Mundial del Agua, Naciones Unidas organiza, del 22 al 24 de marzo, la 2º conferencia mundial del Agua en Nueva York para combatir los desafíos globales del agua a escala planetaria. Un encuentro al que esperamos que asista la Ministra de Transición Ecológica, Teresa Ribera, quien debe poner el agua como prioridad en la agenda, ya que de ello depende el futuro de España. Según la ONU, el incremento de los fenómenos climáticos extremos, como consecuencia del cambio climático junto al creciente e insostenible consumo, aumenta la gravedad y la frecuencia de los desastres naturales relacionados con el agua.

Unos 2.300 millones de personas (casi el 30 % de la población mundial) viven en países con estrés hídrico y 3.600 millones de personas no tienen acceso a agua suficiente. Casi tres cuartas partes de todos los desastres naturales recientes están relacionados con el agua y han causado daños económicos de casi 700.000 millones de dólares en los últimos 20 años. Las sequías podrían ser la próxima gran pandemia que sufra el planeta.

Las actividades humanas insostenibles (regadíos intensivos e industriales, las macrogranjas, los pozos ilegales…) y la mala gestión general de los recursos hídricos afectan directamente a la disponibilidad, la calidad y la cantidad del agua.

La situación en España

España no es ajena a los problemas del agua. Casi la mitad de los acuíferos, están en mal estado, algo preocupante teniendo en cuenta que son las reservas para el futuro, en el país de Europa más amenazado por la desertificación.

“Los fondos de inversión y la especulación han puesto sus ojos sobre el campo español y están dirigiendo la agricultura hacia una actividad intensiva e industrial. Ésta consume más del 80% del agua y los planes estatales y autonómicos son de seguir creciendo las superficies regadas. Es una espiral insostenible que se llevará por delante a la agricultura tradicional y familiar, los ecosistemas y pondrá en serio peligro el abastecimiento de ciudades y pueblos”, ha declarado Julio Barea responsable de aguas de Greenpeace.

A día de hoy, la media de agua en los embalses es del 51%, 13 puntos menos que la media de los últimos 10 años. Tras tres años con niveles de precipitaciones por debajo de la media, nuestro país ha entrado oficialmente en un escenario de sequía meteorológica de larga duración. Las lluvias invernales, algo más abundantes, no han servido para acabar con la sequía meteorológica que sufrimos. Por el momento, el mes de marzo está siendo seco y cálido, acumulando un 36 % menos de lluvia de lo normal y las previsiones, para los próximos meses, son de falta de precipitación:

CATALUNYA:
Los años 2021 y 2022 han sido los más secos de la historia, desde 1914 -inicio de registros en Barcelona-. Ello ha obligado al Govern a declarar la fase de “excepcionalidad” por sequía en toda la región. Esta medida supone reducciones en el uso del agua y afecta a 224 municipios de 15 comarcas, afectando a más de 6 millones de habitantes.

ANDALUCÍA:
En Andalucía, donde se está viviendo situación de alerta, con restricciones por sequía debido a la falta de precipitaciones, la inmensa demanda de agua, especialmente para el regadío intensivo e industrial, está poniendo en jaque al campo andaluz. Aun así, La Junta de Andalucía ha presentado una nueva proposición de legalización de regadíos ilegales en Doñana, en contra de las explotaciones agrarias que sí se acogen a la normativa, enviando un peligroso mensaje hacia aquellas explotaciones que, más allá de Doñana, extraen agua de forma ilegal. “Ni siquiera un espacio natural con todo tipo de protección como Doñana se ha librado de la presión de la agricultura intensiva pero hay otros muchos”, manifiesta Luis Berraquero, coordinador de Greenpeace en Andalucía. Precisamente, Greenpeace, en el marco del Día del Agua, se ha desplazado hasta Doñana para comprobar la situación y denunciar la problemática (Imagen de cabecera)

Ayer se publicó el último informe del IPCC

El informe presentado ayer por el Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC) indica que las consecuencias negativas del cambio climático se están experimentando antes y tienen consecuencias de mayor magnitud que las anticipadas en informes anteriores. Los estudios científicos coinciden en prever un aumento de los peligros relacionados con el agua, un aumento de las amenazas a su disponibilidad y calidad debido al incremento del calentamiento global. Esto repercute en los sectores agrícola y energético, en la integridad de los ecosistemas y las cuencas fluviales que se nutren del deshielo, los glaciares, la disponibilidad de aguas subterráneas y el almacenamiento de agua superficial. El incremento de las temperaturas aumentará la demanda de agua de la vegetación y los cultivos entre un 25% y un 200%. Además, las precipitaciones se darán con menos periodos de lluvias, pero más intensos, aumentando así las grandes inundaciones. La duración de las sequías aumentará drásticamente si se supera el límite de 1,5ºC.

En lo relativo a los datos del IPCC para el agua en España, las previsiones alertan de un aumento de las temperaturas asociado a una (desigual) disminución de las precipitaciones y un aumento de la evapotranspiración. Todo ello llevará, inexorablemente, a una menor disponibilidad de agua. Muchas zonas se volverán más secas y, sin embargo, también se prevé que los períodos de lluvia (o nieve/granizo) se vuelvan más intensos, con volumen de hasta un 10% más en el día más lluvioso del año, lo que podría aumentar el riesgo de inundaciones.

Las proyecciones para el sur de Europa indican que, a medida que el nivel de calentamiento global alcance los 2°C, más de un tercio de la población experimentará escasez de agua, con el riesgo de sufrir sequías agrícolas y ecológicas más frecuentes y/o más graves. La escasez de agua y los eventos extremos, como la sequía, tienen un impacto negativo en los ecosistemas porque los hábitats pueden disminuir, así como la tasa de crecimiento de los árboles, aumenta el riesgo de erosión del suelo y el de incendios forestales. Además, se proyecta una pérdida generalizada de humedad del suelo para España bajo el calentamiento global continuo.

“Los datos del IPCC no pueden ser más contundentes. Existen aún opciones para asegurar un futuro habitable y sostenible, pero son cada vez menores. Se necesitan cambios rápidos y ambiciosos en todos los sectores y escalas. Hay que reducir a la mitad las emisiones globales para 2030. Lo que se ponga en marcha de aquí a ese año se notará ahora y durante miles de años. España debe administrar mejor el agua que tiene, porque será tarde hacerlo cuando ya no haya agua. Las soluciones no pasan por realizar más infraestructuras como embalses, trasvases o desaladoras. Ni tampoco por reducir los, ya exiguos, caudales ecológicos, que han hecho que nuestros ríos sean auténticas cloacas” ha declarado Julio Barea, responsable de la campaña de agua de Greenpeace. “Las soluciones pasan por trabajar en disminuir el insaciable consumo de agua, centrado en una agricultura y ganadería industriales e intensivas, y cerrar el más de un millón de pozos ilegales que tenemos”, ha añadido.

Julio Barea | Greenpeace España

El camino hacia una sociedad sostenible comienza con tus acciones
 

Cada 21 de marzo se celebra el Día Internacional de los Bosques coincidiendo con la entrada de la primavera, una ocasión especial para recordar la importancia de preservar nuestros recursos naturales.

Los bosques son una fuente de vida para el planeta; regulan el clima y purifican el aire y el agua, encargándose de absorber alrededor del 30% del CO2 emitido por la actividad humana. Además, según la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN), se estima que los bosques son el hogar del 80% de la biodiversidad terrestre del mundo.

Sin embargo, éstos se enfrentan a numerosas amenazas como el cambio climático. Las acciones de la sociedad afectan de forma cada vez más directa y es crucial que tomemos medidas para proteger los bosques y promover su restauración. Contribuir a mitigar el cambio climático puede comenzar con acciones tan sencillas como reciclar u optar por la movilidad sostenible.

Actualmente, el transporte es el causante del 20% de la emisión global de CO2.  En este sentido, la movilidad sostenible es una de las acciones destacadas para promover un cambio de hábitos para minimizar el impacto ambiental y ser más respetuosos con los ecosistemas. Ser sostenible en términos de movilidad se refiere a elegir vehículos como bicicletas o como coches eléctricos o con combustibles alternativos para los desplazamientos. Al utilizar estos medios más sostenibles, reducimos nuestra huella de carbono y ayudamos a preservar los bosques aportando nuestro grano de arena a la lucha contra el cambio climático. 

Desde su creación, Youin está comprometida con la descarbonización y la reducción de emisiones en el planeta. Su línea de bicicletas y patinetes eléctricos y su apuesta por la movilidad sostenible son un ejemplo de cómo las empresas pueden contribuir a la protección del medio ambiente y conservación de los bosques. “Nuestro propósito es claramente social y medioambiental de mejorar la movilidad eléctrica de forma individual y proteger el planeta. Queremos impulsar la movilidad sostenible dado la creciente sensibilidad y concienciación respecto al vehículo individual al igual que la del cuidado del medioambiente. Es importarte que, entre todos, promovamos los valores de la sostenibilidad, sencillez, cercanía, eficiencia y ecología.”, asegura Daniel Isus, director comercial de Youin.

El Día Internacional de los Bosques nos recuerda la importancia de estos ecosistemas naturales y las maneras que con nuestras acciones podemos contribuir diariamente en su defensa. Todo comienza contigo y Youin es tu mejor aliada para conseguirlo. ¡Ayuda a cambiar el mundo con tus acciones!