Petróleo peligroso

juanitoSe arguyen necesidades estratégicas para el almacenamiento de crudo en antiguos pozos salineros de Pinoso, pero sin que se haya estudiado su estado.

 
Nunca seremos capaces de determinar los límites de la vigilancia a que nos obliga el temor a seguir destruyendo los espacios naturales. Ha tenido que ser el seísmo de Lorca el que ha reverdecido el toque de atención que ya había merecido el tema de los pozos salinos de Pinoso. Después de muchos años trasladando salmuera a las salinas de Torrevieja, una vez que han cumplido su labor -por otra parte tan callada,tan eficaz- de suministrar abastecimiento a un modo de crear riqueza tan universal, resulta que el ojo humano está buscando alargar el servicio que la naturaleza prestó en su dia a la comarca, para encontrar un nuevo servicio a exigir a la tierra. Las concentraciones salinas que durante muchos años fueron enviadas por sencillos y originales oleoductos a la orilla del mar, han dejado el hueco en donde estaban desde hace millones de años. Han cumpldo su misión. Los hombres y las mujeres deberíamos estarles agradecidos. Sin embargo, surge de nuevo el mercantilismo audaz, el poco conocedor de las aguas y las tierras. Y propone que los inmensos pozos -algunos de 100 metros de profundidad- que en su dia tuvieron sal, sirvan de depósito a productos petrolíferos.

Se arguyen necesidades estratégicas, tales como formar una reserva que abasteciera a la base naval de Cartagena, dotándola de un almacén subterráneo. Y se supone que para alguna cosa más. Sin embargo, la línea envolvente, en este caso, es mayor que la envuelta. Aun sin conocer el «status» geológico del subsuelo de la comarca de Pinoso, ya se piensa en que los vacíos pozos -de cuya estructura física nada se nos dice- pudieran ser reservorios de petróleo. No nos hablan de estudios geológicos, de filtraciones, de contaminaciones, de mudanzas en la estructura física; no sólo de las paredes de los pozos, sino tampoco de las tierras en las que están asentados. Se supone que una convulsión geológica de una envergadura que no somos capaces de calibrar hizo que la descomposición de la materia vegetal -origen primigenio del petróleo- se almacenara en cavidades cuya composición no conocemos lo suficiente como para asegurar que el uso que se les pretende dar sea inocuo. La geología es un formidable instrumento para no equivocarse cuando se anda un poco a ciegas en el tratamiento de la tierra. Así es que debería estar en primer lugar la idea de estudiar bien a fondo la teoría de que quizá pudiera utilizarse para algo. Para después buscar y ver si ese algo le conviene a la comarca, por mucho que le venga bien a los que, desde lejos, intentan vender la piel del oso sin ni siquiera saber donde está.

Debemos ser cautos, y en este caso extremar las precauciones con un estudio lo suficientemente profundo y denso como para que nos dejara en la absoluta seguridad de que el proyecto es inocuo. Y luego,consultar con los habitantes de la zona -que, repetimos, por desgracia sabemos que es propensa a movimientos sísmicos- para contar con ellos en la medida en que sean conscientes de las posibilidades que existan de que el proyecto sea asequible. Los habitantes de la comarca de Pinoso se lo merecen. Y deben tener la palabra.

 Fuente: Carlos Aguilera|WWF-ESPAÑA |información.es

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