Ya es posible reducir  las emisiones de carbono y reutilizar las aguas residuales para combatir el estrés hídrico

Un informe "Energy Transition Equation" de ABB demuestra cómo la automatización y la tecnología digital pueden ayudar a las empresas de aguas residuales a reducir las emisiones de carbono hasta en 2.000 toneladas anuales[1], el volumen de CO2 equivalente a 30.000 toneladas de masa de glaciares perdidas cada año

Un informe «Energy Transition Equation» de ABB demuestra cómo la automatización y la tecnología digital pueden ayudar a las empresas de aguas residuales a reducir las emisiones de carbono hasta en 2.000 toneladas anuales[1], el volumen de CO2 equivalente a 30.000 toneladas de masa de glaciares perdidas cada año

ABB ha publicado hoy el primero de una serie de nuevos informes para los sectores de la energía y las aguas residuales, con el fin de destacar el impacto que la tecnología puede tener para permitir a los clientes industriales reducir las emisiones de carbono y gestionar la transición energética para un futuro más sostenible.

Ante la previsión de Naciones Unidas de un déficit de agua del 40% para 2040[4], ABB ha llevado a cabo una investigación para revelar cómo un mejor uso de las aguas residuales podría aliviar la presión sobre el suministro de agua.

Si se tratan de forma eficaz, las aguas residuales pueden volver al ciclo para su reutilización, lo que supone un recurso muy valioso, pero a menudo desaprovechado para hacer frente a la escasez de agua. Y lo que es más importante, un correcto tratamiento también reduce los niveles de aguas residuales no tratadas que se bombean a los ríos y océanos, y que tienen un impacto negativo en la salud pública, el medio ambiente y la vida marina.

«Los datos mundiales muestran que sólo la mitad de nuestras aguas residuales se tratan adecuadamente[5]», señala Brandon Spencer, Presidente de ABB Energy Industries. «Permitir que las aguas residuales no tratadas vuelvan a nuestros cursos de agua no sólo tiene un efecto negativo en la pesca, los animales, la biodiversidad marina y la salud pública, sino que también es un terrible despilfarro de este producto. Tenemos que hacer más».

Sin embargo, el tratamiento de las aguas residuales requiere mucha energía, ya que la industria en general consume hasta el 3% de la producción mundial de esta[6] y contribuye con más del 1,5% a las emisiones globales de gases de efecto invernadero.[7]

Con el fin de restablecer este equilibrio, ABB ha llevado a cabo nueve meses de investigación y elaboración de modelos con un economista independiente, para demostrar cómo una mayor adopción e integración de las tecnologías de automatización de procesos puede suponer un ahorro tanto de carbono como de costes para permitir un tratamiento más eficiente de las aguas residuales.

Los resultados revelan que, en los emplazamientos de aguas residuales, las empresas de servicios públicos podrían reducir las emisiones de carbono hasta en 2.000 toneladas anuales[8], el volumen equivalente de CO2 responsable de la pérdida de 30.000 toneladas de masa de los glaciares cada año. Con más de 50.000 plantas de aguas residuales existentes en todo el mundo, la oportunidad, si se amplía, sería equivalente a más de 100 millones de toneladas de CO2  ahorradas.[9]

Además, al aplicar un sólido paquete de soluciones digitales y de control de procesos, las compañías de agua podrían obtener un ahorro operativo anual de hasta 1,2 millones de dólares (9,5%) por planta, abriendo vías de ingresos para garantizar que se traten mayores volúmenes de aguas residuales y se desechen menos en nuestros ríos y mares.

«ABB se compromete a liderar con la tecnología para preservar recursos preciosos como el agua y la energía y, en última instancia, permitir una sociedad con bajas emisiones de carbono y un mundo más sostenible. En 2021, hemos reducido nuestras propias emisiones de CO2 en un 39%, en comparación al año de referencia de 2019, y como parte de nuestra Estrategia de Sostenibilidad 2030, estamos trabajando con nuestros clientes con el objetivo de reducir sus emisiones anuales de CO2 en al menos 100 megatoneladas para 2030», añadió Brandon Spencer.

Se prevé que el mercado mundial de aguas residuales, impulsado por la necesidad de más agua dulce, el aumento de la población y las estrictas normativas medioambientales crezcan de 300.000 millones de dólares en 2022 a 490.000 millones en 2029.[10]

El economista independiente Steve Lucas, de Developmental Economics[11],  ha elaborado los modelos económicos del informe, en colaboración con ABB Energy Industries, apoyándose en la investigación de fuentes académicas e industriales. ABB publicará otros informes económicos centrados en los mercados offshore, energético y químico a lo largo de 2022 y 2023.

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