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En el Día Mundial del Reciclaje «Separar para ahorrar»

  • Cuatro de cada cinco ciudadanos afirman separar sus envases en el contenedor amarillo
  •  En 2021, un año aún marcado por la pandemia, cada ciudadano depositó de media 18,8 kg de residuos a los contenedores amarillos, el equivalente a bajar la bolsa de envases una vez cada cuatro días. En el caso del contenedor azul, esta cifra asciende a los 19,3 kg de papel y cartón
  • En total, el año pasado se enviaron a instalaciones recicladoras homologadas 1.570.513 toneladas de envases de plástico, metal, briks, papel y cartón para su posterior reciclaje, un 5,3% más que en 2020.

Hoy se celebra el Día Mundial del Reciclaje, una fecha que nace para poner en valor este hábito ambiental que, también en nuestro país, se va consolidando cada vez más entre los ciudadanos. Prueba de ello es que, según el estudio “Hábitos de la Población Española ante el reciclaje”, realizado por Instituto Catchment para Ecoembes, 4 de cada 5 ciudadanos, es decir el 82,9% de los encuestados, declaran tener, de media, 3 cubos, bolsas o espacios en casa para separar, destinando uno de ellos a los envases de plástico, metal y briks, los que van al contenedor amarillo. Esta cifra no ha dejado de crecer en los últimos años: en 2015, eran un 72,5% los que afirmaban separar a diario.

Este compromiso con el reciclaje que los ciudadanos declaran tener se refleja en los datos. En 2021, un año marcado aún por la pandemia, cada persona depositó de media 18,8 kg de residuos a uno de los 383.508 contenedores amarillos que hay distribuidos en las calles de todo el país, es decir, una bolsa cada cuatro días aproximadamente. En el caso del contenedor de papel y cartón, cada ciudadano depositó de media 19,3 kg de este tipo de residuos en los 240.297 contenedores azules que hay en España, lo que equivale, aproximadamente, a tirar una bolsa con estos envases al contenedor cada 8 días.

En cuanto a los residuos que deben depositarse a cada contenedor, el 90% de los encuestados dicen tener claro los del contenedor azul. En el caso del amarillo, los ciudadanos identifican más claramente con este contenedor las botellas de plástico, las tarrinas, las latas y los envoltorios de plástico, mientras que hay otros residuos, como los aerosoles y las bandejas de corcho blanco, que también deben depositarse en este contenedor pero que todavía generan dudas. Además, también hay ciudadanos que, equivocadamente, creen que hay que lavar los envases antes de echarlos a los contenedores o que reciclar los envases pequeños es menos importante porque tienen menor impacto en el medioambiente.

Por otro lado, aún hay ciudadanos que tiran al contenedor amarillo residuos que no son envases y que deben ir al punto limpio o el contenedor de resto, como los juguetes de plástico, calzado, ropa o productos plásticos de distinto tipo. De hecho, el 29,8% de los residuos de los contenedores amarillos no deberían haberse depositado en ellos.

Según declaraciones de Fernando Móner, presidente de la Confederación de Consumidores CECU: “Hay que seguir apostando por la formación e información en los colegios, hogares, etc., pues los datos nos demuestran que la concienciación es creciente y que el éxito de la sostenibilidad a través del reciclaje debe tener un foco claro en los hábitos de las personas consumidoras junto con una clara reducción de los residuos buscándolos nuevos usos”.

Un 5,3% más de toneladas de envases enviadas a instalaciones recicladoras

En 2021, en total, se enviaron a instalaciones recicladoras homologadas 1.570.513 toneladas de envases domésticos de plástico, metal, brik, papel y cartón, un 5,3% más que en 2020. “Estos datos demuestran que el reciclaje en el contenedor amarillo y azul es un hábito muy asentado en la sociedad española. El incremento de más de un 5% con respecto al año anterior nos indica no solo que cada vez reciclamos más, sino también mejor. Cada vez son más las personas que con sus acciones cotidianas quieren contribuir al cuidado del medioambiente no solo reciclando los envases, sino también reduciendo su uso y reutilizándolos siempre que sea posible”, ha indicado Nieves Rey, directora de Comunicación y Marketing de Ecoembes.

Por tipo de material, de las 1.570.513 toneladas de envases enviados a instalaciones recicladoras, 677.096 toneladas eran envases de plástico; 637.823 eran de papel y cartón; 247.157 toneladas eran envases de acero y aluminio, y las 8.436 restantes fueron envases de madera.

Estas  toneladas, que equivaldrían aproximadamente a más de 16.800 millones de envases, proceden no solo de los que los ciudadanos depositaron en los contenedores amarillos y azules de la vía pública, sino también de los que se recogieron en las más de 500.000 papeleras y contenedores de reciclaje instalados en oficinas, estaciones de transporte, centros deportivos y de ocio, así como a través de más de 100 máquinas de devolución y recompensa RECICLOS repartidas por el país. También se recuperaron envases de las plantas de residuos urbanos, procedentes del contenedor de resto.

Así, gracias a estos millones de envases que se enviaron a reciclar en 2021, se evitó la emisión de 2,05 millones de toneladas de CO2 a la atmósfera, el equivalente a lo que emiten las calefacciones de Asturias en un año. Además, se ahorraron 20,50 millones de m3 de agua y 5,27 millones de MWH de energía.

¿Y tú, reciclas?

Con motivo del Día Internacional del Reciclaje en Ecoactiva nos hemos acercado a las personas para conocer su predisposición ante esta práctica. Nos hemos interesado en escuchar, compartir y rebatir. Tras pasar la tarde con un grupo de 8 ciudadanos, y charlar un rato sobre el reciclaje hemos podido obtener unas conclusiones finales.

En dicho grupo encontramos personas que jamás habían separado envases, y otras que lo llevan haciendo desde hace algunos meses, aunque, sorprendentemente, ninguna superaba el medio año haciéndolo.

Pero… ¿cuáles son los motivos que les lanzan a actuar de una manera u otra? ¿Cómo influye el entorno en nuestras decisiones y acciones? ¿Existe una influencia educativa o social? Vamos a intentar responder a estas cuestiones. Para ello hemos profundizado con una persona que jamás ha reciclado, y con otra que lleva 3 meses haciéndolo. Veamos sus respuestas.

 

ENTREVISTA 1


P: ¿Cuál es el motivo por el que no recicla?

R: En casa de mis padres jamás se ha reciclado. Somos una familia amplia, con 5 personas y 2 mascotas. La cantidad de basura que generamos es importante y siempre hemos pensado que requería un gran trabajo tener que estar separando todos los productos. Además, como vivo en una casa de campo no tengo contenedores amarillos, verdes y azules cerca, y tendría que coger el coche.

P: ¿Conoce los perjuicios de este comportamiento?

   R: La verdad es que ahora es cuando más concienciado estoy de los efectos negativos que tienen en el medio ambiente. La televisión e Internet tratan mucho los problemas medioambientales que hay, y cómo las personas hemos de actuar con responsabilidad. De una forma u otra mi comportamiento está cambiando. Por ejemplo, antes solía tirar algún que otro papel al suelo, o si iba a la playa enterraba en la arena los restos de comida tras haber pasado el día allí. Esas cosas ya no las hago. Hay algo que me lo impide.

P: ¿Cree que la educación ha influido en su comportamiento?

R: Creo que sí. Las personas copiamos modelos. Nuestra familia es nuestro referente desde pequeños, y por lo tanto imitamos sus acciones. Es cierto que antiguamente la situación no era tan grave, o por lo menos la ciudadanía no estaba tan concienciada de ello, ni los medios de comunicación avisaban tanto de los peligros. Eso ha cambiado. Y de ahí que poco a poco las personas también vayamos actuando de otra manera.

P: ¿Se ves separando residuos en un futuro próximo?

R: Sí. La semana pasada salió el tema en una conversación familiar. Las noticias cada vez son más sorprendentes, parece una situación límite. Creo que ya es hora de colocar cubos pequeños en casa, y empezar a separar lo básico: plásticos, vidrios y cartones.

 

ENTREVISTA 2


P: ¿Por qué decidió empezar a reciclar?

R: La verdad es que llevaba ya tiempo pensando en animarme, pero el hecho de tener 2 nenes en casa, e ir siempre con el tiempo justo para hacerlo todo, me echaba para atrás. Llegar del trabajo y ponerte a hacer la comida o la cena, y tener que estar pensando en tirar ciertas cosas en recipientes distintos me parecía un jaleo. Pero mi hermana probó en su casa, con su familia, y vi que lo podía compaginar perfectamente. ¿Por qué no iba a poder hacerlo yo?.

P: ¿Le supone mucho esfuerzo?

R: Para nada. Parece una cosa, pero luego es otra. Cuando le pillas “el truquillo” lo haces todo automático. Y no solo eso, sino que ya te acostumbras a ciertas conductas como por ejemplo quitar los envoltorios de los productos cuando llegas de comprar. Así, sin darte cuenta, ganas espacio en la despensa y armarios.

P: ¿Qué le diría a esa gente no separa los envases porque piensa que es un trabajo extra?

R: Que realmente no están en lo cierto. Les animaría a que hicieran la prueba durante una semana. Se darían cuenta de que tan solo se trata de un hábito. Cada día tienes que estar menos pendiente de dónde has de depositar cada cosa, incluso al final terminas haciéndolo sin darte cuenta.

P: ¿Cree que la educación ha influido en tu comportamiento?

R: Sí. Mis padres no reciclaban y la familia de mi marido tampoco, así que cuando nos fuimos a vivir juntos jamás nos lo planteamos. Pero también creo que los medios de comunicación cumplen un papel importante en cómo actuamos. Las personas estamos en continuo contacto con sus informaciones y, quieras o no terminan calándote.

P: ¿Piensa que sus hijos copiarán esta nueva conducta?

R: Los pequeños ya tienen una soltura increíble y además disfrutan de hacerlo, así que creo que van a seguir en esta línea. La verdad es que hoy en día están más concienciados de la gravedad de contaminar o de no actuar bien con el medio ambiente. Cuando alguno de mis hijos ve que alguien tira algún envase al suelo se sorprenden. Y confieso que ahora a mí también, pero años atrás no me llamaba la atención.

CONCLUSIONES

La educación sí influye. Tenemos la oportunidad de educar a los niños en valores de compromiso y respeto con nuestro medio ambiente. Si adquieren el hábito desde pequeños lo más probable es que sigan haciéndolo durante toda su vida.

La información fomenta que las personas actúen con mayor responsabilidad. Por eso, en Ecoactiva nos comprometemos a dar difusión a las actividades beneficiosas para nuestro medio ambiente y denunciar las que resulten perjudiciales.

No requiero un esfuerzo extra. Aunque parezca una acción trabajosa, es como todo, una vez te acostumbras a hacerlo, no supone ningún trabajo límite. No obstante, las facilidades sí importan. Es verdad que la implicación de las instituciones es fundamental. Es necesario que los vecinos tengan contenedores a su disposición a una distancia razonable, así como el material necesario para hacerlo. (Cubos, bolsas reutilizables, etc)

Bolsas reutilizables para reciclar | Ecoactiva

Por lo tanto, es hora de que te liberes de las excusas. Busca tu propia razón, pues tu aportación sí importa. No olvides que eres un modelo a seguir de las personas que te rodean. Y recuerda: el medio ambiente te necesita, ¡a ti y a los tuyos!