Sigue la migración de 40 cigüeñas blancas hacia África

El marcaje de cigüeñas blancas con las últimas tecnologías de seguimiento remoto está permitiendo conocer al detalle sus migraciones y confirmar datos relevantes sobre su biología, como el creciente papel que tienen los vertederos como fuente de alimentación para estas aves.

Las cigüeñas blancas (Ciconia ciconia) españolas son en su mayoría migradoras y recorren miles de kilómetros para invernar principalmente en el África subsahariana, aunque algunos individuos pueden alcanzar las zonas de invernada de las poblaciones orientales de cigüeña blanca, situadas desde el valle del Nilo y la fosa del Rift hasta Sudáfrica. Sin embargo, otras no se van en invierno y muchas de otros países centroeuropeos pasan esa estación en España.

Sin embargo, no se conocen en detalle sus rutas migratorias ni áreas de invernada ni de qué depende que unas aves migren a larga distancia, otras a distancias medias y otras no migren en absoluto. Esto está empezando a desvelarse gracias al programa Migra, que lleva a cabo SEO/BirdLife con el apoyo de la Fundación Iberdrola y que acumula ya 250.000 localizaciones de 178 ejemplares de 18 especies de aves

En el año 2012 se marcaron los tres primeros ejemplares adultos de cigüeña blanca en el marco del programa Migra, gracias al apoyo del Gobierno de La Rioja y del País Vasco. Con esta pequeña muestra ya quedaron de manifiesto comportamientos muy diferentes: el ejemplar adulto marcado en Madrid pasó el invierno alimentándose en un vertedero y durmiendo cada noche en una gravera inundada a sólo 70 kilómetros de su nido. Otro ejemplar, marcado en La Rioja, voló 3.400 kilómetros para invernar en Senegal.

En 2013 se han marcado otras 28 aves: cuatro en Álava, ocho en Cáceres, ocho en Ciudad Real, una en Huesca, dos en León y cinco en Madrid. Además se ha podido contar con la información de ocho aves marcadas en Suiza entre 2011 y 2012 y que en su mayoría pasan el invierno ligadas a vertederos en España. Se han utilizado emisores satélite-GPS y data-logger GPS-GSM. El trabajo se ha llevado a cabo con el indispensable apoyo de la asociación Cigüeña Suiza y del grupo SaBio del Instituto de Investigación en Recursos Cinegéticos, IREC (UCLM-CSIC-JCCM).

Dependencia de los vertederos

Con estas tecnologías de seguimiento remoto se ha puesto de manifiesto una importante dependencia de los vertederos como fuente de alimentación para las cigüeñas. Las aves de muchas áreas acuden a ellos en el periodo reproductor y también tienen mucha importancia como área de alimentación en sus migraciones. Algunas aves vuelan distancias de hasta 70 kilómetros desde sus nidos hasta los vertederos para buscar comida. Y, en muchos casos, las rutas migratorias de las cigüeñas están claramente condicionadas por la presencia de éstos.

En este momento pueden verse ya sobre los mapas de la aplicación www.migraciondeaves.org los movimientos migratorios hacia África que han empezado a realizar algunos de los ejemplares marcados por SEO/BirdLife. Así, una cigüeña marcada este año en Ciudad Real pasó el Estrecho a finales de julio, cruzó el Sáhara y ya ha llegado hasta Níger, mientras que sus compañeras de la misma zona aún permanecen en Castilla-La Mancha. Algo similar ocurre con los ejemplares alaveses: uno de ellos, nombrado como Mikaela, partió hace días y, tras pasar por Madrid y Getafe, ya está al sur de Sevilla. Mientras tanto, los otros ejemplares alaveses marcados este año siguen por tierras del País Vaco.

Estas variedad de comportamientos es habitual en la especie, comenta Javier De la Puente, técnico de SEO/BirdLife vinculado al programa Migra. Algunos ejemplares sólo viajarán unas decenas de kilómetros pero otros alcanzarán áreas a 3.000-4.000 kilómetros de sus nidos en Senegal o Malí para pasar el invierno. “Y quién sabe si alguna llegará a Sudáfrica a 10.000 kilómetros de su nido”, afirma De la Puente

Valor científico del trabajo

Para calibrar el alcance científico de este trabajo hay que tener en cuenta que no se conocen en detalle las áreas que utilizan en sus migraciones e invernada en África las cigüeñas blancas. «Llegar a cubrir todo este vacío de información es vital para el conocimiento y conservación de las aves, pues ayuda a detectar áreas importantes para ellas y a conocer otros parámetros para tomar medidas adecuadas de gestión del territorio y las especies». Además, en este caso la cigüeña blanca es una especie que se puede utilizar como modelo para estudiar el efecto que el cambio climático y la disminución del alimento disponible en los vertederos tienen sobre la migración y comportamiento de las aves, afirma Javier de la Puente.

No debemos olvidar que la cigüeña blanca en España es una especie abundante y con una gran población que ha aumentado mucho en las últimas décadas, pero en otros países centroeuropeos sus poblaciones son muy pequeñas y en muchos casos se trata de una especie amenazada o llegó incluso a extinguirse en el siglo XX.

Como explica De la Puente, el programa Migra y su aplicación online www.migraciondeaves.org son «una herramienta clave para la difusión de los movimientos migratorios de las aves, que es uno de los fenómenos de la naturaleza más espectaculares».

Juan Carlos del Moral | SEO/BirdLife

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