Organizaciones ambientalistas alertan de que la Comisión Europea pone en riesgo el futuro del campo.

SEO/BirdLife y WWF España expresan su profunda preocupación ante el paquete de medidas que la Comisión Europea ha presentado hoy bajo el pretexto de una ‘simplificación’ de la Política Agraria Común (PAC). Los cambios propuestos debilitan los estándares ambientales mínimos, reducen el control del uso de fondos públicos y rompen los vínculos existentes entre la PAC y la legislación climática y ambiental europea.

Celsa Peiteado, responsable del Programa de Alimentos de WWF España afirma que “esto no es lo que necesitan las personas agricultoras ni Europa. Esta propuesta no resuelve los problemas del campo. Necesitamos una PAC que apueste por la ganadería y agricultura de mayor valor socioambiental: que garantice rentas dignas, a la vez que suelos vivos, biodiversidad y ríos sanos. Suprimir medidas ambientales desprotege a toda la ciudadanía y también a los agricultores y ganaderas, al debilitar aún más su capacidad para producir alimentos frente al imparable avance de los impactos de la crisis climática”.

En marzo, más de 60 organizaciones firmaron una declaración conjunta advirtiendo que desmontar la arquitectura ambiental de la PAC no resolvería los retos del campo. Al contrario: limitaría su capacidad de adaptación, aumentaría su vulnerabilidad frente a la escasez de agua, la erosión de los suelos, la caída de los polinizadores y el aumento de fenómenos climáticos extremos. 

Según Meritxell Bennasar, coordinadora del Área para la Transición Verde de SEO/BirdLife: “Europa no puede afrontar el futuro debilitando su principal política agraria y ambiental. Esta reforma es un paso atrás. No es una simplificación, es un desmantelamiento. Necesitamos herramientas que permitan al campo adaptarse, no normas que lo dejen más expuesto al colapso ecológico”.

¿Qué propone la Comisión Europea y por qué es un retroceso?

Justo en un momento en que la agricultura europea se enfrenta a una triple crisis: climática, de biodiversidad y de rentabilidad, las medidas anunciadas suponen una relajación significativa de los pocos requisitos ambientales obligatorios conocidos como Buenas Condiciones Agrarias Medioambientales (BCAM) que aún conserva la PAC tras la reforma exprés de primavera de 2024. Algunos de los retrocesos más graves incluyen:

  • BCAM 1 – Protección de pastos permanentes: se amplía el margen permitido de conversión de pastos permanentes a otros usos agrícolas del 5 % al 10 %, y se debilita la obligación de restaurarlos una vez roturados. Supone un retroceso en la lucha climática y una desprotección para la ganadería más sostenible, la del pastoreo.
  • BCAM 2 – Protección de humedales y turberas: se permite que cada Estado miembro establezca sus propias normas, eliminando así la concordancia política a nivel europeo.
  • Eliminación de los artículos 120 y 159 del reglamento de la PAC, que hasta ahora garantizaban la coherencia entre esta política y las normativas europeas sobre medio ambiente y clima. El artículo 120 establecía la obligación de revisar los Planes Estratégicos si se actualizaban las leyes ambientales relevantes, y el artículo 159 permitía incorporar nuevas normativas climáticas y ambientales mediante codecisión. Aunque estos artículos han tenido poco impacto práctico hasta la fecha, su supresión rompe simbólicamente uno de los pocos vínculos formales entre la PAC y el Pacto Verde Europeo, debilitando aún más la ambición climática de la política agrícola y enviando un mensaje político muy preocupante.
  • Pagos ligados al número de animales o colmenas sin salvaguardas ambientales: se facilita el apoyo a modelos intensivos sin asegurar criterios mínimos de sostenibilidad.
  • Se proponen exenciones de condicionalidad en algunos sectores, debilitando la ambición ambiental y truncando el avance hacia una transición agroecológica justa.
  • Fin del sistema anual de control de resultados y reducción de inspecciones: se limita gravemente la capacidad de evaluar la eficacia real de las ayudas y el cumplimiento de los compromisos.

Peticiones a la Comisión Europea y a los Estados miembros por parte de SEO/BirdLife y WWF:

  1. Detener el proceso de ‘simplificación’ regresiva y evitar la erosión de los compromisos ambientales. Lejos de suponer una simplificación burocrática para las personas agricultoras, es un desmantelamiento de normas clave para la seguridad alimentaria.
  2. Reforzar los estándares de condicionalidad y mantener un marco común europeo fuerte.
  3. Sólo así se asegurará el mismo campo de juego para todos los productores y productoras.
    Redirigir los apoyos hacia la agricultura y ganadería de mayor valor social y ambiental que lleva a cabo prácticas beneficiosas para el clima y la biodiversidad y sostiene el medio rural. La PAC es clave para asegurar la viabilidad de sectores como la ganadería extensiva o la agricultura de secano.
  4. Preservar los sistemas de evaluación y control que garantizan un uso eficiente y transparente de los fondos públicos.

La PAC debe ser una herramienta útil para los agricultores y las ganaderas, pero también para toda la sociedad. Eso no se consigue reduciendo compromisos, sino transformando el sistema para que funcione a largo plazo, con rentas dignas y suelos fértiles, con personas jóvenes y mujeres en el campo, y con biodiversidad y vida en los pueblos.

Lara Lorente | WWF 

Coral García | SEO Bird/Life 

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