La Junta de Castilla y León vuelve a matar lobos tras la paralización del TSJ

  • Castilla y León aprueba el Plan de Aprovechamientos Comarcales de lobo en terrenos cinegéticos,
  • Permite abatir 339 lobos en las próximas tres temporadas de caza

Ante la publicación hoy en el BOCyL  del plan de aprovechamientos comarcales del lobo en terrenos cinegéticos al norte del Duero, WWF critica que la Junta continúe sus esfuerzos en el control de poblaciones, en lugar de aprobar un nuevo plan de gestión y de apostar por controlar los daños­. Dicho plan de aprovechamientos ve la luz un año después de que el Tribunal Superior de Justicia de Castilla y León suspendiera la caza del lobo por falta de justificación científica e informes independientes.

Un total de 339 lobos son los que la Junta de Castilla y León pretende abatir durante las próximas tres temporadas de caza. WWF lamenta que esto ocurra un año después de que el TSJ de Castilla y León anulara tanto el plan de gestión del lobo como los planes de aprovechamientos comarcales de las tres temporadas anteriores. La decisión del TSJ se basó entonces en el hecho de que el lobo es una especie protegida tanto por la normativa europea como por la nacional y que su gestión debe garantizar la conservación de la especie, incidiendo igualmente en la prevalencia del interés general frente a los intereses particulares.

Según la Directiva europea Hábitats, la gestión del lobo debe en cualquier caso garantizar el estado de conservación favorable de la especie. Esto implica no solo mantener  las poblaciones actuales, sino también permitir la dispersión y colonización de nuevos territorios. Por otra parte, la Comisión Europea dejaba claro en su carta a los consejeros del pasado mes de febrero que la gestión del lobo ha de centrarse en primera instancia en la prevención de daños, relegando el control letal a casos excepcionales.

Del total de individuos a abatir cada año, el plan se ceba especialmente con las reservas regionales de caza de Mampodre y Riaño, La Culebra y Fuentes Carrionas, con un total de 15, 12 y 10 lobos, respectivamente. En estas zonas los daños a la ganadería son mínimos y apenas hay conflictividad social, por lo que en ningún caso hay justificación posible. Además, la Junta no tiene en cuenta que dichas comarcas se han convertido en los últimos años en destino nacional e internacional de turismo de observación basado en el lobo, lo que representa una oportunidad para la economía de dichas zonas.

WWF considera, además, que para el cálculo de estos cupos no se ha dado suficiente relevancia a la pérdida de ejemplares por mortalidad ilegal no detectada. En este sentido, la organización subraya que la probabilidad de detección de casos de furtivismo y envenenamiento es muy baja, por lo que es imprescindible incluir esta mortalidad no natural en las estimaciones. Por el contrario, el documento aporta información poco concreta y nada cuantitativa sobre este tema, lo que hace dudar que este factor haya sido tenido suficientemente en cuenta. Además, el plan utiliza para el cálculo de la población total de lobo el número de individuos en época de cría, sin considerar la mortalidad juvenil de los cachorros y la de los individuos dispersantes.

Para Luis Suárez, responsable del Programa de especies de WWF España: “Resulta decepcionante que la Junta, en lugar de aprobar urgentemente un nuevo plan de gestión centrado  en la conservación de la especie y en la reducción de los daños, impulsando la puesta en marcha de medidas preventivas, siga apostando por un modelo de gestión basado en matar lobos y  que además ha fracasado en los últimos años”. Y concluye: “Reclamamos que la Junta acabe con esta persecución e impulse un nuevo plan de gestión donde prime el respeto por la especie y que tenga una clara apuesta por la coexistencia con las actividades tradicionales”.

Cristina Martín | WWF
 

Comparte este artículo

Algunos productos ECOACTIVA

Ir al contenido