Hay pocos avances en conciencia y sensibilidad medioambiental´

Pedro Costa ha participado en Villena en las IV Jornadas Medio Ambientales por la Defensa del Río Vinalopó. Premio Nacional de Medio Ambiente (1998), aboga por la defensa del territorio a través del activismo medioambiental, del que es pionero en España.

No es la primera vez que visita la comarca del Vinalopó, ¿cuáles son los males medioambientales que le acechan?

Son problemas que se arrastran desde los años sesenta con el desarrollo económico. La comarca ha industrializado su agricultura, perdiendo las prácticas tradicionales, persiste la idea de no depurar las aguas residuales y a todo ello se añade la presión de las infraestructuras como , autopistas, ferrocarriles, conducciones de gas. El Vinalopó es una zona que ha sufrido mucho en los últimos años y que ha estado a punto de perecer por el desarrollo económico.

La degradación del río Vinalopó, ¿es algo habitual en los cauces nacionales?

La situación del río Vinalopó se da en todos los ríos del Mediterráneo, con caudales no permanentes que están muy castigados por la agricultura y por el turismo. Al mismo tiempo, generan excepciones con enclaves muy localizados de gran interés naturalístico. Una muestra de ello es la exposición sobre el río Vinalopó que se muestra en la Casa de la Cultura de Villena.

Usted ha sido pionero en el activismo medioambiental en España. Treinta años después ¿se ha incrementado la fuerza del movimiento ecologista?

Es cierto que los programas medioambientales se han popularizado. En los años setenta pocos eran los que sabían las consecuencias de la contaminación ambiental, ahora es un tema habitual en los medios de comunicación. No obstante, no constato avances con respecto a la conciencia y la sensibilidad medioambiental. Existe una relación inversa, cuanto más desarrollo económico menos conciencia medioambiental. El consumismo es letal para el medio ambiente.

¿Cree que le interesan a la clase política los problemas medioambientales?

No, salvo excepciones, lo consideran un estorbo. De hecho, creo que el ministro de Medio Ambiente es un agente especial contra el propio medioambiente. Es un peligro.

Los retos del movimiento ecologista siguen siendo los mismos que hace treinta años?

En esencia sí, aunque echo de menos un mayor grado de asilvestramiento de los activistas. Hay que recuperar la libertad, la capacidad crítica de pensamiento. Creo que es necesaria una menor organización de los grupos ecologistas , porque se burocratizan, y apuesto por un trabajo más generoso, libre y autónomo.

¿Hay lugar para la esperanza en la defensa del medio ambiente?

Esta es una batalla interminable, donde unas veces se gana y otras no. La esperanza es la lucha independientemente del éxito. No está todo perdido, aunque hay que continuar con las movilizaciones y las denuncias.

INMA ALCARAZ | Información

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