El acuífero de Doñana no sale de la UVI

Los resultados del control oficial de las aguas subterráneas en Doñana correspondientes año hidrológico 2016/17 muestran la sobreexplotación de su acuífero.

El informe reconoce que si se mantiene el actual grado y modo de explotación del acuífero, se comprometerá el estado de las aguas subterráneas y de sus ecosistemas terrestres asociados.
SEO/BirdLife ha analizado la información presentada en la Comisión de Trabajo del Agua del Consejo de Participación del Espacio Natural de Doñana, celebrada hoy en el Centro de Formación ‘Doñana’, situado en Aznalcázar (Sevilla). A la vista de los últimos datos recogidos por la red de control oficial de los niveles piezométricos del año hidrológico 2016/17, la organización conservacionista lamenta que, de nuevo, siga sin ponerse freno a la sobreexplotación que sufren las aguas subterráneas de Doñana, una situación crítica que sufre este espacio año tras año y para la que, a la vista de los resultados, las medidas que se presentan son inútiles.

En su conjunto, el acuífero muestra una tendencia negativa y su situación es de prealerta. De los 16 sectores en los que se divide el acuífero sobre el que se asienta Doñana tan solo uno está en situación de normalidad, el resto están en riesgo, siete se hallan en estado de ‘prealerta’, tres en ‘alerta’ y otros cinco en ‘alarma’. Asimismo, 11 de estos 16 sectores del acuífero muestran una situación peor a la que le correspondería según la lluvia caída en el último año. Un hecho realmente preocupante si se tiene en cuenta que los dos últimos año hidrológicos han estado pluviométricamente dentro de la normalidad, con 526 mm en el año 2016/17. Además, de las cinco masas de agua subterráneas en las que se ha dividido el acuífero, tres están en mal estado ecológico.

El propio informe, presentado por la oficina de planificación hidrológica de la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir, reconoce que si se mantiene el actual grado y modo de explotación del acuífero, se comprometerá el estado de las aguas subterráneas y de sus ecosistemas terrestres asociados, un escándalo teniendo en cuenta que se trata de un parque nacional y Patrimonio de la Humanidad por la Unesco.
Según Carlos Davila, responsable de la oficina de SEO/BirdLife en Doñana, “es triste decirlo, pero el Gobierno español lleva años desoyendo a la comunidad científica. Ya solo esperamos que el nuevo gobierno demuestre que realmente cree en la importancia de este parque nacional y en los límites de los ecosistemas más emblemáticos de nuestro país”.

Por su parte Roberto González, responsable del programa de Aguas de SEO/BirdLife indica que “ahora la situación está en manos del nuevo Gobierno. Esperemos que esté a la altura y que no hereden las soluciones que proponía el anterior, especialmente la del trasvase que se sigue proponiendo como solución”.

La organización conservacionista considera que la reciente tramitación en el Congreso de los Diputados del trasvase de 15 hm3 anuales desde la demarcación Tinto, Odiel, Piedras hasta Doñana (demarcación del Guadalquivir) es un parche imprudente y otra muestra más de la desgobernanza total en política de aguas. Una política basada en la oferta del agua y que no atiende a la gestión y control de la demanda de agua tal y como obliga la normativa europea (Directiva Marco del Agua), ni a la repercusión de los costes del agua, especialmente respecto a los costes ambientales, obviando cualquier planteamiento de redimensionamiento de la demanda de los sectores económicos que causan los problemas ambientales.
La gestión hídrica en el entorno de Doñana

El modelo económico, productivo y social que rodea el parque nacional es actualmente la mayor amenaza a la que se enfrenta (a corto, medio y largo plazo) la conservación de los valores naturales que alberga. Es necesaria una apuesta real para establecer un enfoque holístico a escala de cuenca hidrográfica, y a la vez armonizar todos los usos sociales, agrícolas, turísticos y culturales con los aspectos ecológicos, no sólo en el espacio natural sino en todo su entorno próximo, incluidas las áreas del territorio sin protección legal que puedan originar el deterioro de la cantidad y calidad de las aguas subterráneas así como de los ecosistemas terrestres y los humedales directamente dependientes.

Las administraciones públicas deben recordar el carácter de interés general del Estado que tiene el Parque Nacional de Doñana y la necesidad de supeditar a la conservación la integridad de sus valores naturales y paisajes a cualquier otra actividad económica, social o cultural. Es urgente que estas necesidades sean atendidas tanto en el documento del tercer ciclo de planificación hidrológico del Guadalquivir (hasta la fecha no atienden adecuadamente a los objetivos de la Directiva Marco del Agua) como en el plan de gestión para alcanzar el buen estado de conservación de los espacios Red Natura 2000 (cuyo documento actual no atienden a las necesidades de las directivas de conservación de la naturaleza).

Por ello, SEO/BirdLife solicita de nuevo que las administraciones, estatal, autonómica y local se comprometan a tomar 12 medidas muy concretas.

Agustín Carretero

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