WWF denuncia la incesante deforestación que padece la Amazonia

En el Día Mundial del Amazonas, que se celebra hoy, WWF analiza la situación actual y las causas de los incendios que, desde hace semanas, están arrasando el llamado “pulmón” del Planeta. El balance apunta a millones de hectáreas calcinadas entre los cuatro países más perjudicados, casi 70 reservas naturales afectadas y miles de animales víctimas de las llamas.

Bolivia y Brasil han sido los países más afectados por los incendios, aunque Perú y Paraguay también se han visto dañados en menor medida. La superficie quemada en Bolivia asciende a casi dos millones de hectáreas, de las que unas 260.000 hectáreas pertenecen a áreas protegidas. En Brasil, sólo en agosto de 2019 se quemaron casi 25.000 km² de bosques en la Amazonia brasileña, cuatro veces más que el área registrada el año anterior.

Además, de enero a mediados de agosto de este año, en Brasil ha habido un 70% más de incendios en relación al mismo período de 2018, hasta alcanzar la desorbitada cifra de más de 72.000 incendios. Estos incendios son provocados como herramienta para la deforestación de la Amazonia, el bosque tropical más grande del mundo. Así, la tasa de deforestación ha aumentado en un 45% respecto a 2018. Este es el primer año desde 2010 que la tendencia decreciente del número de incendios se invierte.

“No se trata de una crisis puntual, sino de una emergencia crónica”, afirma Lourdes Hernández, experta en incendios forestales de WWF. “Todos los años, la Amazonia arde para expandir la frontera agraria, principalmente para ganadería intensiva y cultivos de soja para producir piensos que alimenten al ganado a escala mundial. La ganadería industrial y un consumo sin freno son los principales motores de la deforestación”.

La situación de la Amazonia es dramática. No solo se trata de uno de los bosques más emblemáticos del mundo, sino que es esencial para nuestra supervivencia: captura el 10% del total de CO2 y genera el 20% del agua dulce del planeta. Además, se estima que estos incendios están afectando a unas 40.000 especies de animales y plantas y cerca de 350 comunidades indígenas. Los impactos alcanzan además al ciclo del agua, alteran las precipitaciones y amenazan con sequías, agravando la de por sí compleja situación de calentamiento global.

La Unión Europea y España tienen una gran responsabilidad para frenar esta deforestación por ser grandes consumidores de los productos que generan destrucción de bosques a escala planetaria. La UE es el segundo mayor comprador de soja por detrás de China, de la que el 87% se utiliza para alimentación animal. Por su parte, España es el segundo importador europeo de soja y el segundo con el mayor consumo de carne.  Por ello, WWF les pide que eliminen la compra de bienes procedentes de la deforestación, carne, soja y aceite de palma, madera y productos mineros provenientes de áreas y actividades ilegales y que implementen mecanismos de trazabilidad y transparencia.

“Estamos perdiendo bosques tropicales fundamentales para la lucha contra el cambio climático, se están destruyendo ecosistemas únicos y el modo de subsistencia de millones de personas está en grave peligro” advierte Hernández. “Evitar la deforestación es posible pero implica transformar el actual sistema agroalimentario mundial. Esto requiere políticas de cero deforestación por parte de los gobiernos amazónicos, compromiso de los países importadores para evitar el comercio de materias primas que procedan de la destrucción de bosques y responsabilidad social para reducir el actual consumo de carne, apostando por aquella que procede de ganadería extensiva”.

WWF está presente sobre el terreno desde hace casi 40 años para conservar la enorme riqueza de la Amazonia. En los últimos días, y ante las tristes noticias que seguimos recibiendo, la organización se suma a la preocupación de la sociedad civil y pide a los políticos que tomen partido de forma activa en este problema. Para ello, ha redactado un Manifiesto en Solidaridad por la Amazonia en el que pide a los líderes políticos de Brasil, Bolivia, Colombia, Perú, Ecuador, Venezuela, Guyana y Surinam que protejan la Amazonia, combatan la deforestación y terminen con las causas de los incendios. Los ciudadanos pueden sumarse a esta petición en wwf.es/solidaridadamazonas que ya cuenta con más de 38.000 apoyos.

Además, WWF insta a los líderes mundiales a declarar una emergencia planetaria y a asegurar en 2020 un Nuevo Acuerdo para la Naturaleza y las Personas que aborde la crisis climática.

Mónica Timón

 

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