Tareas urgentes para Isabel García Tejerina

Ecologistas en Acción confía en que la nueva ministra demuestre una mayor sensibilidad ambiental que la que ha ofrecido hasta ahora como Secretaria General de Agricultura. Su gestión de la nueva Política Agrícola Común (PAC) ha estado muy alejada de una apuesta por el medio ambiente. Y reformas impulsadas desde ese cargo, como el proyecto de Ley de Montes, son una vuelta a posiciones productivistas y obsoletas en relación con nuestros bosques y montes, en lugar de una apuesta por su mejora.

Los desafíos en materia ambiental son muchos y muy urgentes. Y es que en lo que va de legislatura se ha vivido un desmantelamiento de la legislación ambiental que la nueva titular del Ministerio debería revertir. Un caso paradigmático es el de la Ley de Costas, que desprotege buena parte del litoral y sus valores naturales en favor de la explotación económica privada. A destacar también la Ley de Evaluación Ambiental (que incluye los Bancos de Conservación, una forma clara de mercantilizar la naturaleza), y el Decreto de Especies Invasoras, que da prioridad a determinadas actividades económicas privadas frente a la conservación de la biodiversidad.

Hay además borradores de nuevos textos legales que deberían reescribirse. Tal es el caso del mencionado proyecto de Ley de Montes; o del Proyecto de Ley de Parques Nacionales, ya en trámite parlamentario, que es urgente modificar para eliminar las facilidades para hacer negocios particulares en los Parques, poniendo en riesgo la conservación de esas joyas de la naturaleza.

Entre las más importantes tareas de García Tejerina figura la de servir de verdadero contrapeso contra otras políticas de su Gobierno claramente insostenibles. Una verdadera ministra de Medio Ambiente debería impedir planes tan demoledores para nuestra biodiversidad y territorio como el nuevo plan de infraestructuras que tramita el ministerio de Fomento, que continúa planificando grandes obras olvidando la destrucción territorial y de la biodiversidad que suponen, aparte del despilfarro de fondos públicos.

La organización ecologista también enfatiza la urgencia de tomar medidas para frenar la pérdida de biodiversidad para 2020, algo a lo que el Gobierno español se ha comprometido ante la Unión Europea y el Convenio de Biodiversidad, pero que está muy lejos de cumplirse.

Del mismo modo, una ministra que defienda el medio ambiente con auténtica convicción tiene que negarse de plano a aceptar políticas energéticas tan peligrosas para el medio ambiente como el fracking, además de luchar activamente contra las prospecciones marinas de hidrocarburos. Y, desde luego, tendría que hablar alto y claro a favor de las energías renovables frente a otras sucias y peligrosas como la nuclear y los hidrocarburos, la gran apuesta del actual Ministerio de Industria, Energía y Turismo.

El reto fundamental para García Tejerina es asumir hasta sus últimas consecuencias que la lucha contra el cambio climático no es una moda, sino una necesidad perentoria y urgente, que la defensa del medio ambiente es prioritaria especialmente en tiempos de crisis, que hacer negocio con la naturaleza hipoteca el futuro de todas y todos.

 

Paco Segura | Ecologístas en Acción

 

Comparte este artículo

Algunos productos ECOACTIVA

Ir al contenido