La singular y extraña condición de ser un ave ‘flotante’

Una revisión examina el papel que juegan los ejemplares flotantes de aves en la selección sexual; representan una parte de las aves que no disponen de un territorio donde reproducirse.


Una revisión del investigador del MNCN-CSIC Juan Moreno, publicada en la revista científica
Ardeola, examina el papel que juegan los ejemplares flotantes de aves en la selección sexual. Los flotantes representan una parte de las poblaciones de aves que no disponen de un territorio donde reproducirse.

 

La reproducción de las aves generalmente se asocia con ejemplares emparejados que colaboran para sacar adelante su prole, que habitan, se alimentan y se reproducen en un territorio establecido. Sin embargo, existe una fracción de la población de cada especie que no dispone de un territorio donde reproducirse. Es la llamada población flotante o los ejemplares flotantes. Un sugerente nombre para una parte de la población aviar no suficientemente estudiada, y que motiva inquietantes preguntas a las tratan de responder los ornitólogos desde hace décadas.

Bajo el título “La desconocida vida de los flotantes: la cara oculta de la selección sexual”, el investigador del MNCN-CSIC, Juan Moreno, aborda en el volumen especial de Ardeola 63.1 una profunda revisión sobre el papel que juegan estos ejemplares examinando la literatura científica más importante al respecto:

 

¿Quiénes son y dónde están?

Los flotantes han sido identificados por medio de programas exhaustivos de captura y marcaje, experimentos de retirada de individuos o de nidales, estudios de extrapaternidad, marcaje acústico y estudios genéticos. A la luz de la bibliografía científica, se acepta que los flotantes pueden representar una fracción considerable de las poblaciones estudiadas, especialmente en los machos. Por ejemplo, en el águila imperial ibérica puede alcanzar el 80% de la población.

Existe alguna evidencia de que los flotantes sobreviven y se reproducen peor que los territoriales, y que el cambio de flotante a territorial se acompaña de cambios positivos en las tasas de supervivencia y la reproducción. Sin embargo, algunos machos flotantes pueden obtener cierto rédito reproductivo por medio de cópulas ‘extraparejas’. Es decir, intentan sacar provecho a su aparente desventaja en relación con los ejemplares territoriales.

 

¿Cómo se llega ser flotante? 

En algunos casos podría decirse que se nace (aunque a veces sea transitoriamente) como flotante, ya que por razones evidentes muchos juveniles no han adquirido aún la experiencia necesaria para iniciar actividades reproductivas, aunque la población flotante también incluye adultos que no se reproducen durante parte o toda su vida. Pero en general, se llega por situaciones como limitación de parejas potenciales, limitación de recursos para reproducirse en relación con razones de sexo sesgadas en la población, etc.

 

¿Cuánto dura la condición de flotante?

Hasta ahora pocos estudios han sido capaces de esclarecer esta pregunta. Según Moreno, “para especies de vida corta, el estatus de flotante en una sola temporada reproductiva puede representar un éxito reproductor vital nulo. En machos, la existencia de una considerable fracción de flotantes intentando reproducirse puede motivar conductas territoriales extremas y tácticas competitivas de protección de la pareja en individuos territoriales, así como tácticas agresivas de obtención de cópulas ‘extrapareja’ y de adquisición de territorios en los flotantes”. ¿Y cómo influye en las hembras? “Según lo observado, ser flotante puede contribuir a las conductas de prospección y agresión entre ellas, así como a la señalización de dominancia sobre otras hembras. Además, puede existir selección en las hembras a favor de señalizar calidad a sus parejas para evitar ser expulsadas por hembras rivales”.

 

Yolanda – Ecoactiva

Fuente: SEO/BirdLife

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