En el día internacional de los buitres se alerta de su desaparición en África

Una de las principales amenazas que sufren los buitres fuera de África, a parte del veneno, es el diclofenaco, un medicamento antiinflamatorio para el ganado.

Los buitres son quizá de las aves más representativas de África y están despareciendo. Siete de las 11 especies de buitre que habitan el continente han visto elevado su riesgo de extinción, según la última evaluación realizada por BirdLife International para la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN). Cuatro de estas especies, que solo pueden encontrarse en las sabanas africanas, se hallan en un estado de amenaza crítico. Se trata del buitre moteado, el buitre cabeciblanco, el buitre dorsiblanco y el inconfundible buitre encapuchado.

La desaparición de los buitres, aves frecuentemente incomprendidas, no solo supondría un duro golpe para la biodiversidad africana sino también una importante pérdida para quienes viven en el continente. Su dieta carroñera les convierte en un elemento básico en el medio natural, proporcionando un servicio ecosistémico valorado en unos 10.000 euros por ejemplar y año. El valor es, en realidad, mucho mayor dado que habría que contabilizar su contribución a frenar la expansión de enfermedades como el botulismo o la tuberculosis, por no hablar de su interés turístico.

Entre las causas de su elevada mortalidad en África, BirdLife cita el envenenamiento accidental, ya que las aves se ven atraídas por cebos envenenados empleados para erradicar depredadores de ganado como leones, hienas o licaones. En 2015, el 61% de las muertes denunciadas fueron causadas por el veneno.

Otro problema para su conservación es que en ocasiones son capturados para su uso en medicina tradicional. Y por último, también sufren la persecución de los cazadores furtivos que envenenan intencionadamente los cadáveres de elefantes o de rinocerontes que son masacrados por sus colmillos o sus cuernos, para evitar que los buitres alerten con su vuelo a los guardas.

 

Situación  de los buitres en España

En el estado español las especies consideradas como carroñeras estrictas, no están mucho mejor y se enfrentan también a graves amenazas. Únicamente el buitre leonado cuenta con poblaciones suficientes como para considerar que se encuentra fuera de peligro. No obstante según las últimas estimaciones han muerto en España víctimas del veneno entre 1992-2013, 305 alimoches, 609 buitres negros, 1656 buitres leonados y 35 quebrantahuesos. A esta causa tan grave de mortalidad se une el hecho de las muertes producidas en tendidos eléctricos (electrocución y colisión), en parques eólicos, por disparos y lo que es sorprendente, el grave riesgo que sufren en algunas zonas por inanición, ya que no se ha establecido un mecanismo adecuado de depósito de ganado muerto para posibilitar la alimentación de las rapaces.

 

Buitres en el mundo

La situación de estas aves en el resto del mundo parece mejor que en el caso de África pero, desde luego, no es la deseable o puede ser incluso peor como ocurre en India. Un reciente estudio publicado en la prestigiosa revista científica Biological Conservation apunta a que sus poblaciones son las que más rápido han descendido en la última década. De las 22 especies conocidas, nueve de ellas están ya en peligro crítico –cuatro de ellas en África–, otras tres están en peligro –todas ellas africanas– y otras cuatro en situación próxima a la amenaza. Solo seis especies se encuentran en un estado de conservación aceptable.

Una de las principales amenazas fuera del continente africano, dejando a un lado el veneno, también tiene al ser humano como responsable. Es más, está autorizada tanto por el Gobierno de España como por la Unión Europea. Se trata del conocido diclofenaco y que se emplea como medicamento antiinflamatorio para ganado. Su uso no afecta, aparentemente, a humanos o al ganado pero, cuando un buitre ingiere restos de un animal tratado con el fármaco, muere a las pocas horas.

Esta situación, que podría costar la vida de hasta 6.000 ejemplares de buitre leonado al año en España según un reciente estudio, tiene fácil solución: prohibir el uso de diclofenaco. No pasaría nada. En el mercado existen otros compuestos alternativos que realizan su misma función y que son inocuos para el ser humano, para el ganado y también para estas rapaces. El diclofenaco fue responsable de la desaparición del 99% de los buitres en el Sur de Asia, hasta que cuatro países de la región prohibieron el producto tras evidenciarse su papel en la muerte de estas aves. Posteriormente se ha comprobado que también es letal para las águilas, y entre ellas podría estar el águila imperial ibérica.

 

Yolanda -Ecoactiva

Fuente: Seo/BirdLife

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