El ibis eremita vive la mejor temporada reproductora

El ibis eremita, una de las especies de aves más escasas y amenazadas del mundo, ha tenido este año una de sus mejores temporadas reproductoras en varias décadas. Un total de 113 parejas han anidado en las localidades del Parque Nacional de Souss-Massa y en Tamri (Marruecos), que son el único lugar del mundo donde sobrevive una colonia viable de origen salvaje de esta escasísima especie. Esta ha sido la mejor temporada en cuanto a número de parejas reproductoras desde que a partir de los años 1980 se empezaron a realizar censos de las colonias de ibis eremita en la costa atlántica marroquí, cerca de Agadir. SEO/BirdLife trabaja desde hace años para mantener la viabilidad de este excepcional enclave y, junto a BirdLife International, apoya al personal local que trabaja sobre el terreno para proteger a esta singular especie, dentro del Programa de Conservación del Ibis Eremita en Marruecos.

El ibis eremita (Geronticus eremita) estuvo en tiempos repartido alrededor de todo el Mediterráneo y el continente europeo, incluida España. Era muy conocido en el Antiguo Egipto, donde tuvo un importante valor simbólico. Habitó en España, donde aparece en varios yacimientos paleontológicos levantinos, además de ser mencionado en libros de caza, y sobrevivieron ejemplares de esta especie hasta bien entrado el siglo XVIII en la zona de los Alpes. Sin embargo, debido a la presión humana, su población se ha ido reduciendo hasta ser catalogado por la UICN (Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza) como En Peligro Crítico. Hoy en día, las poblaciones silvestres han quedado reducidas a un grupo semicautivo en Turquía y a una exigua población extremadamente amenazada y redescubierta hace escasos años en Siria. La colonia marroquí es, por tanto, la única gran población silvestre que queda en el mundo y, por eso, “el éxito reproductor de este año es la mejor noticia que podríamos esperar” afirma Jorge F. Orueta, técnico del Área Internacional de SEO/BirdLife que trabaja en el desarrollo del Programa Marruecos de BirdLife International.

La cifra de 113 parejas reproductoras es la mejor registrada desde los años 80, cuando se tienen registros de la zona, explica Orueta. Y también ha sido buena la de pollos nacidos, ya que sólo en 2004 el número de volantones fue superior. De hecho, este año el récord podría haber sido mayor. Según pudieron observar los guardas del Programa de Conservación del Ibis Eremita, el comportamiento territorial de un halcón borní impidió que los ibis se instalaran en una subcolonia que habitualmente acoge a media docena de parejas.

“Las buenas condiciones meteorológicas desde el otoño de 2012, con lluvias bien distribuidas entre septiembre y abril de este año 2013, han tenido una influencia indudable en el elevado número de parejas”, cita el informe realizado por el personal del Parque Nacional de Souss-Massa.

La productividad, esto es, el número de pollos que vuelan en relación al número de nidos, fue, de media, de 1,3, lo que es una cifra normal en la población marroquí y muy positiva de cara a garantizar un incremento poblacional. De hecho, el censo postnupcial es de 443 aves en toda la región. Sin embargo, hay fluctuaciones entre años y, sobre todo, un desfase entre las cifras antes y después de la reproducción que sólo pueden deberse a la existencia de otras localidades no identificadas donde los ibis se dispersan. Para conseguir identificar estas zonas, se están equipando ejemplares de ibis eremita con emisores por satélite.

Apoyo a la conservación en Marruecos

“La vigilancia y la sensibilización que realizan los guardas del Programa de Conservación del Ibis Eremita y el esfuerzo de la administración marroquí son esenciales para obtener estos logros”, añade el técnico de SEO/BirdLife. El equipo marroquí, además, realiza un seguimiento sobre el terreno y asegura la disponibilidad de agua fresca en las proximidades de las colonias, que se ha comprobado que tiene una influencia positiva en la productividad.

Este programa se lleva a cabo gracias a la colaboración de numerosas entidades, entre la que destaca la Fundación Príncipe Alberto II de Mónaco que garantiza los gastos de salarios y desplazamientos de los guardas.

SEO/BirdLife trabaja desde hace años para mejorar la conservación de las aves en Marruecos y para fortalecer las entidades científicas y de conservación en el país. En 2013, y tras contar con la asistencia de SEO/BirdLife, la ONG marroquí GREPOM (Groupe de Recherche et Protection des Oiseaux au Maroc) ha entrado a formar parte de BirdLife International, la alianza de entidades de conservación presente en 121 países a la que pertenece SEO/BirdLife.

Pedro Cáceres | SEO/BirdLife

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